CONSEJOS ÚTILES

De 0 a 12 meses

Cuando el bebé empieza a tener movilidad propia hay que evitar pequeños “vicios”, sobre todo posturales, para que el desarrollo sea correcto. Se debe tener en cuenta:

  • No cubrir los pies con ropas pesadas que restringen el movimiento y pueden retrasar el desarrollo normal.
  • No calzar al bebé con zapatos hasta que no comience a caminar.
  • Los andadores están totalmente prohibidos.
  • Es conveniente que el niño gatee.
  • Evitar posiciones incorrectas de los pies durante mucho tiempo.

De 12 meses a edad escolar

  • No se debe forzar al niño a caminar.
  • Permitir al niño que vaya descalzo o lleve sólo calcetines ayuda al pie a crecer normalmente y desarrollar su musculatura y fuerza, así como la acción de agarre de los dedos.
  • A partir de los tres años se considera la edad óptima para la corrección de la mayoría de las alteraciones funcionales de los pies.
  • Su primer calzado debe ser de piel muy suave (preferiblemente cabritilla).
  • El crecimiento de los pies se ha de controlar periódicamente.
  • Prestar atención a los dolores persistentes en puntos concretos de los pies o de las rodillas. Incluso de la columna.
  • Recuerde que no es una señal fiable que un niño no se queje. Los huesos de los pies en crecimiento son tan flexibles que pueden torcerse o deformarse sin que el niño se dé cuenta.

Prestemos mucha atención en éste periodo sobre todo a:

  • Las deformidades del zapato, así como los desgastes anormales o excesivos de suela y tacones.
  • Las alteraciones en la forma de los puentes o arcos (bóveda plantar), sobre todo si el niño manifiesta dolor.
  • La mala alineación en la zona pierna-pie a nivel de los tobillos (talón hacia fuera o hacia dentro).
  • La buena alineación de los dedos así como su disposición  que sea la correcta (que no estén montados). En estas edades tiene una buena corrección.
  • El corte de las uñas debe de ser correcto, o sea recto sin cortar los bordes o picos de éstas.

Características del calzado para los niños

  • La forma debe ser amplia para permitir libertad de movimientos y una correcta articulación de los dedos.
  • La parte delantera debe ser flexible, de forma que sólo con una ligera presión de la mano se doble hasta formar 90º.
  • El empeine tiene que estar hecho con piel muy blanda.
  • La suela tiene que ser flexible y antideslizante.
  • El contrafuerte robusto para estabilizar el talón y evitar el riesgo de torsiones laterales.
  • La altura no debe superar los maleolos (huesos del tobillo) para permitir la articulación libre del tobillo.
  • El zapato nunca incorporará una plantilla correctora. Será el podólogo quien la prescribirá si fuera necesario.

Para adultos

El dolor de los pies es un síntoma muy frecuente en la edad adulta. La mayoría de las personas lo sufren en algún momento de su vida, ya que pueden ser asiento tanto de enfermedades originadas en ellos como de enfermedades generales que les pueden afectar (artritis reumatoide, artrosis, gota, diabetes, etc.).

Para preservar los pies en buen estado de salud, es conveniente tener presente algunos consejos:

  • Usar zapatos amplios y de piel flexible, dejando una distancia de aproximadamente 1cm entre el dedo más largo y el final del zapato.
  • No usar sólo el mismo par de zapatos durante mucho tiempo. Alternar dos o tres pares.
  • Evitar tacones altos y estrechos.
  • El contrafuerte del talón debe ser confortable pero a la vez deberá impedir los desplazamientos laterales.
  • Comprar zapatos a última hora de la tarde, cuando el pie alcanza el máximo volumen.

Para diabéticos

La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por el aumento de glucosa en la sangre y como consecuencia de ello se produce una alteración en la circulación sanguínea periférica, muy especialmente a nivel de los pies. Para evitar o minimizar sus complicaciones, es muy importante observar los siguientes consejos:

  • Lavar diariamente los pies con agua templada y jabón neutro.
  • No mantenerlos mojados más de 10 minutos.
  • Secar adecuadamente  los espacios interdigitales.
  • Aplicar crema hidratante en todo el pie menos en los espacios interdigitales.
  • No usar callicidas ni ácidos que puedan provocar una quemadura.
  • El corte de las uñas será recto y es recomendable que se limen.
  • Inspeccionar diariamente los pies (un espejo puede ser de gran ayuda).
  • Los calcetines serán sin costuras, evitando tejidos sintéticos.
  • Comprobar el interior del zapato por si hubiera cuerpos extraños.
  • Los zapatos serán de piel, tacón bajo y abrocharán de forma que no compriman el pie (cordones o velcro).
  • El mejor momento para comprar zapatos es a última hora de la tarde, cuando el pie alcanza el máximo volumen.
  • Nunca se debe andar descalzo.
  • Procurar no fumar, para evitar que la circulación empeore.
  • Acudir al podólogo regularmente y ante la aparición de la más mínima lesión.

Para deportistas

  • Usar dos pares de calcetines (de algodón) para prevenir la aparición de ampollas.
  • Las zapatillas serán las indicadas para cada actividad deportiva.
  • Las uñas deberán ser cortadas rectas para evitar que se enclaven.
  • Acudir al podólogo varios días antes de la competición para tratar los callos y durezas.
  • Nunca estrenar los zapatos deportivos el día de la competición.
  • Comprobar si existe desgaste excesivo en zonas concretas de las zapatillas.

 

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