Cuando hablamos de hongos en nuestros pies, nos referimos a aquel grupo de lesiones dermatológicas que afectan a nuestra piel y uñas a las que denominamos de forma técnica Micosis.
Concretamente nos referiremos a las variedades que parasitan nuestros pies bien sea piel o uñas como casos más frecuentes y proporcionaremos información, para identificarlas a fin de poder acudir al podólogo o dermatólogo en busca de soluciones adecuadas, también resaltaremos la importancia en la prevención de dichas afecciones.
Los hongos son organismos que precisan de materia orgánica para alimentarse y desarrollarse y presentan variedades diversas, que aparecen en condiciones diferentes, así tenemos unos que aprovechan la falta de luz y alta humedad para desarrollarse, o aquellos que son oportunistas y aprovechan la baja de defensas en estados de enfermedad general o sistémica o las patologías vasculares y las heridas para infectarnos.
Es una infección por hogos que afecta preferentemente a la piel que existe entre los dedos y la planta, en ocasiones se limita a un solo espacio interdigital, que suele ser el del 3º, 4º y 5º dedos.
¿Cómo la identificaremos? :
-La presencia de una lesión con descamación y de aspecto macerado (muy húmedo y blanquecino), no harán pesar en su presencia. -Picor intenso en especial nocturno y sensación de quemazón. -Zona enrojecida o la presencia de grietas o fisuras en la piel. -La piel de los pies muy húmeda y con mal olor (podobromihidrosis) -En ocasiones la presencia de pequeñas vesículas.
Diremos que en la mayoría de los casos, no produce ningún síntoma referente a dolor, picor etc.
¿Cómo la identificaremos?
· Observaremos que las uñas afectadas presentan un aspecto más amarillento.
· La aparición de unas manchas blanquecinas a modo de islotes debajo de las uñas.
· En casos más avanzados se produce el despegamiento de la uña y ésta cae, debido a que se levantó del lecho ungueal.
· La aparición debajo de las uñas de una materia orgánica con aspecto de serrín blanco.
· Cuando observemos surcos de forma longitudinal y pérdida de la transparencia de la uña.
Si observamos alguno de estos síntomas, debemos acudir a nuestro podólogo o dermatólogo, para que nos confirme la enfermedad y nos prescriba el tratamiento más adecuado.
· Usar en todo momento calzado de protección en los espacios de riesgo como piscinas, duchas, vestuarios etc.
· Las personas con sudoración excesiva (hiperhidrosis), deben tener especial cuidado en la sustitución de calcetines y calzado húmedos. Es importante la alternancia del calzado para evitar el acumulo de humedad, en particular en los calzados deportivos, en los que la transpiración es más difícil.
· El calzar zapatos y calcetines de fibras naturales o con buena transpiración, efectuando cambio diario.
· Secarse los pies de forma correcta, de forma especial los espacios interdigitales.
· Usaremos un jabón que proteja nuestro manto ácido.
· No intercambiar calzados y calcetines con nadie.
· Observarse los pies con asiduidad.
El cumplimiento de estos consejos evita en mayor parte el contagio por hongos.